Un mensaje inspirador del Pastor Josepher Contreras basado en Hechos 8:26-40

En un mundo lleno de sueños, metas y aspiraciones, todos anhelamos hacer cosas grandes. Desde pequeños, nos enseñan a luchar por un propósito, a alcanzar el éxito, a dejar una huella significativa. Pero, en medio de esa búsqueda, muchas veces nos preguntamos: ¿Qué significa realmente hacer cosas en grande? ¿Es solo lograr hazañas visibles o hay algo más profundo detrás de todo eso?

El Pastor Josepher Contreras, en su inspirador mensaje, nos invita a reflexionar sobre la verdadera naturaleza de la grandeza en nuestra vida cristiana. Basándose en el relato bíblico de Hechos 8:26-40, donde encontramos la historia de Felipe y la celebración de un milagro de conversión, el mensaje hace una poderosa distinción: crecer no es suficiente; la madurez es lo que realmente transforma nuestro carácter, nuestra fe y nuestra relación con Dios.

¿Qué significa hacer cosas en grande con Dios?
Primero, entender que grandes cosas con Dios y para Dios sólo son posibles cuando primero las hacemos con Él. La clave está en alinearnos con Su voluntad, en conocer Sus propósitos y en orar con un corazón dispuesto. La frase “Señor, aquí estoy, envíame a mí” no es solo una expresión, sino una declaración de fe que nos posiciona en un lugar de obediencia.

El Pastor resalta que muchas personas están logrando victorias en diferentes áreas de su vida y que, en conversaciones, otros siempre parecen estar ganando y alcanzando metas. Sin embargo, cuando hacemos una comparación con nuestras propias experiencias, podemos sentir que no estamos avanzando o que no hemos visto aún los resultados esperados. Esto puede generar frustración, incluso desilusión si no estamos hechos para entender que el éxito que Dios tiene para nosotros requiere primero obediencia y fidelidad.

Obedecer a Dios: el secreto para ver lo extraordinario
En el libro de Hechos, vemos que los apóstoles no lograron abrir puertas ni hacer cosas increíbles por su propia fuerza o habilidades. Todo ocurrió porque obedecieron a Dios. La Biblia nos enseña que la diferencia entre los que logran cosas grandes y los que simplemente se esfuerzan por su propia cuenta es la obediencia. La obediencia a Dios activa sus promesas, porque “el Dios a quien obedeces es el Dios que recompensa”.

El mensaje del Pastor enfatiza que el secreto para lograr lo que en nuestra mente parece imposible radica en aprender a obedecer a Dios en todo momento. La obediencia no solo produce milagros inmediatos, sino que también moldea nuestro carácter, preparándonos para los próximos niveles de promoción. Cuando obedecemos a Dios, las puertas se abren, los caminos se hacen rectos y comienza la expansión del evangelio en nuestras vidas.

Fidelidad sobre éxito
Muchas personas están equivocadamente enfocadas en alcanzar el éxito rápido, en conseguir resultados inmediatos. Pero el apóstol Pablo nos enseña que la gente madura no busca solo el éxito externo, sino que se enfoca en ser fiel. Cuando tu objetivo en la vida es ser fiel a Dios, en cumplir Sus mandamientos y en obedecer Su palabra, la promoción y las bendiciones llegan a su debido tiempo.

El Pastor Josepher Contreras nos recuerda que “todo el que es fiel, siempre será promovido”. La fidelidad en las pequeñas cosas y en los desafíos de la vida determina nuestro avance y cuán preparados estamos para recibir lo que Dios tiene reservado para nosotros.

El tiempo del desierto: una etapa de carácter
Muchas veces, en nuestra caminata espiritual, podemos sentir que estamos en medio del desierto, en una etapa de silencio, dificultad y prueba. Pero esa etapa no es solo un castigo; es una oportunidad para que Dios forme nuestro carácter. Antes de promovernos, Dios primero nos requiere que seamos moldes, que aprendamos a depender completamente de Él.

El desierto, en realidad, es un lugar donde Dios trabaja en nuestro interior, en nuestra paciencia, humildad y fe. La historia de Felipe nos enseña que, aunque parecía un momento de silencio y espera, lo que sucedía en su interior era preparación para algo más grande. Porque, muchas veces, en medio del polvo y la incertidumbre, Dios está preparando lo extraordinario.

De la espera a la expansión
El Pastor Contreras explica que, al igual que Felipe, cada uno de nosotros puede estar viendo polvo en su camino, pero ese polvo es solo el preludio de un milagro. Cuando Dios decide actuar, no lo hace gradualmente, sino de repente y de forma sobrenatural. La obediencia y la fidelidad en medio de la espera garantizan que, cuando llegue el momento, seremos capaces de aprovechar la oportunidad.

Las historias en Hechos nos muestran que aquellos que obedecieron, confiaron y permanecieron fieles no solo vieron puertas abiertas, sino que comenzaron a expandir el evangelio y a llevar el mensaje de Jesucristo a todos los rincones. La expansión no depende solo de nuestros esfuerzos, sino de nuestra disposición a obedecer y a seguir la guía de Dios.

¿En qué áreas de tu vida estás luchando por obedecer?
Este mensaje invita a cada creyente a reflexionar: ¿dónde están tus mayores dificultades para obedecer a Dios? Quizás en tu vida personal, profesional, familiar o en tu servicio en la iglesia. La verdadera grandeza, afirma el Pastor, se logra cuando somos fieles en las pequeñas cosas, en las pruebas diarias, en las decisiones que parecen simples, pero que en realidad determinan nuestro destino.

En conclusión, Dios tiene cosas grandes reservadas para cada uno de nosotros, pero la clave está en obedecer, en ser fieles y en confiar en Su tiempo perfecto. La madurez espiritual no se logra solo con crecimiento externo, sino con la obediencia constante a Su palabra. Cuando lo hacemos, veremos milagros, puertas abiertas y una expansión que llevará el evangelio a lugares que nunca imaginaste.

¿Estás listo para dar el paso de obediencia y hacer en grande lo que Dios tiene preparado en tu vida? La invitación del Pastor Josepher Contreras es clara: declara hoy tu fidelidad y sumérgete en esa gran historia que Dios desea escribir contigo.