[Caracas, 29/06/25]
En su más reciente mensaje, el pastor Josepher compartió una poderosa enseñanza basada en el encuentro de Jesús con la mujer samaritana en el pozo de Jacob, resaltando el profundo significado espiritual de este momento y su relevancia para nuestra vida actual.
A pesar de estar cansado y sediento, Jesús toma la iniciativa de acercarse a una mujer marginada por la sociedad y le ofrece “agua viva”, un símbolo de la plenitud espiritual que solo Dios puede dar. Esta escena revela una verdad poderosa: Jesús no rechaza a nadie por su historia, errores o condición.
«Dios tiene una cita contigo. Él quiere llenar ese vacío que nadie más ha podido saciar», afirmó el pastor.
La predicación destacó cómo Jesús empatiza con la mujer, demostrando que el amor de Dios no conoce fronteras ni prejuicios. Esta actitud compasiva es un llamado para que los creyentes también aprendan a ver y amar al otro desde la empatía y la misericordia, aún en medio de sus propias necesidades.
Se abordó además el concepto del vacío emocional y espiritual, tan común en los tiempos modernos. Logros, relaciones o posesiones no pueden llenar el alma como lo hace la presencia transformadora de Dios.
La empatía de Jesús revela el carácter de un Dios cercano, interesado en nuestra condición humana.
El agua viva representa la conexión directa con el Espíritu de Dios, capaz de saciar toda sed interior.
Los vacíos emocionales no pueden ser llenados con cosas terrenales; solo Dios puede sanar y restaurar el alma.
Nada es casualidad en Dios: historias como la de una joven que conoció a Cristo tras años de dificultad muestran que cada encuentro con Jesús tiene un propósito eterno.
El rechazo y el dolor pueden ser parte del proceso que Dios utiliza para empujarnos hacia nuestro destino.
El propósito divino nos separa de lo disfuncional del pasado y nos impulsa a vivir en plenitud espiritual.
Dar con generosidad (diezmos y ofrendas) también es una forma de expresar nuestra confianza en el cuidado divino.
El mensaje concluyó con una invitación clara: Jesús sigue ofreciendo agua viva hoy, y está dispuesto a saciar el vacío espiritual de todo aquel que lo busque con sinceridad. No importa el pasado, las heridas o las dudas: el Maestro te espera junto al pozo, listo para transformar tu historia.