Caracas, 10/08/25 — El pasado domingo Dios nos presento una enseñanza basada en Hechos 2:1 bajo el tema “Cuando Dios interviene”, un recordatorio profundo de que el Señor nunca abandona a quienes confían en Él.
El mensaje, centrado en la presencia constante de Dios, resaltó que aunque en la vida terrenal las personas pueden ir y venir, el Señor del universo jamás nos deja solos. No tenemos una relación con un Dios distante; Su presencia habita en nosotros, transformando nuestro interior y guiándonos a vivir de acuerdo a Su voluntad.
Se destacó que, así como la presencia divina pasó del tabernáculo a morar dentro de los creyentes, cuando Dios entra en una vida comienza a poner orden, moldeando el carácter y produciendo frutos como los mencionados en Gálatas 5:22-23.
El llamado fue claro: invitar al Espíritu Santo a “mudarse” a nuestra vida, para que en tiempos de conflicto podamos mantener la paz, recibir poder como lo enseña Hechos 1:8, y experimentar un crecimiento personal y espiritual más allá de nuestras expectativas.
La enseñanza concluyó recordando que cuando Dios se muda a una vida, es porque la encuentra un lugar donde quiere habitar, y desde allí inicia un cambio profundo que se refleja en nuestra forma de afrontar las pruebas.
“Tu manejo del conflicto es tu verdadero tú”, se afirmó, invitando a todos a permitir que el Espíritu Santo sea quien transforme nuestras reacciones y decisiones.