Caracas, 09/03/2025 – El Pastor Josepher Contreras compartió un inspirador mensaje titulado “Soy el Hijo del Medio”, basado en Éxodo 3:9 y Hechos 7:23-30, que resalta la importancia de la madurez cristiana y la forma en que percibimos a los demás.

Durante su discurso, el Pastor Contreras reflexionó sobre la vida de Moisés, quien, pese a haber apacentado el ganado de su suegro Jetro, enfrentó un largo viaje de 40 años para llegar a donde estaba. Este tiempo, según el pastor, sirve como una metáfora sobre cómo la tendencia humana es juzgar a los demás por sus circunstancias actuales, olvidando que la madurez en la fe no debería estar sujeta a estos juicios.

Con un enfoque en las lecciones que podemos aprender de Moisés, Contreras advirtió sobre los peligros de actuar de forma impulsiva. “Hacerlo a tu manera siempre termina a tu manera. Hacerlo a la manera de Dios siempre termina siendo a la manera de Dios”, enfatizó. Este principio, según el pastor, puede llevar a situaciones dolorosas y frustrantes en nuestra vida.

Contreras también afirmó que la verdadera definición de nuestro camino no proviene de logros grandiosos, sino de las pequeñas decisiones que tomamos cada día. “Dios no nos define a través de las cosas grandes”, dijo, subrayando la importancia de la perspectiva divina.

El mensaje también aborda cómo muchos sienten amargura o decepción en sus vidas. Contreras señaló que esto se debe más a cómo vivimos nuestras experiencias, que a las propias experiencias en sí. “Se agotó el tiempo de dejar de hacerlo a mi manera”, agregó, instando a los asistentes a confiar en el propósito divino.

El pastor concluyó su mensaje reconociendo el crecimiento personal y espiritual necesario para liberarnos de nuestros rencores y abrirnos a las transformaciones que Dios quiere hacer en nosotros. “¿Quién necesitas que sea? Yo soy el que soy”, recordó a la congregación en referencia a la respuesta de Dios a Moisés.

El mensaje del Pastor Josepher Contreras inspira a los miembros de la comunidad a reflexionar sobre su propio viaje, fomentando una mayor misericordia y una conexión más profunda con la voluntad de Dios.