Esperanza que trasciende
Amada iglesia IJCGLOBAL y a todos nuestros hermanos en Cristo
En medio de la agitación política y la incertidumbre que envuelve a nuestra nación, quiero compartir con ustedes una verdad fundamental: las almas no preguntan por partidos; preguntan por esperanza. En este artículo, exploraremos cómo mantener nuestra mirada en Jesús nos libera de las cadenas de la ansiedad y de la incertidumbre, permitiéndonos cumplir la Gran Comisión sin desviarnos por las posturas políticas.
El Rostro de la Desesperanza
Las noticias nos inundan con imágenes de enfrentamientos, discursos inflamados y divisiones profundas. Los corazones se llenan de sufrimiento, indignación y emociones encontradas. Pero, ¿dónde encontramos refugio en medio de esta tormenta? ¿Cómo podemos mantenernos firmes sin ser arrastrados por la marea política?
La Mirada en Jesús
Imaginemos a Jesús caminando por las calles de nuestra ciudad. Imaginemos al Señor entre la gente común. Él se detiene junto al vendedor ambulante, escucha las preocupaciones del anciano en la plaza y sonríe al niño que juega en la acera. Su mirada trasciende las etiquetas políticas; ve a cada persona como un alma sedienta de amor y esperanza. Ve a cada persona sin un color que los defina, ve a cada vida como lo que es, alguien creado, por el y necesitado de encontrar su Gracia.
La Gran Comisión Persiste
Aunque los titulares cambian, nuestra misión permanece inquebrantable. Jesús nos encomendó: “Id y haced discípulos”. No dijo: “Id y haced discípulos, pero solo si están de acuerdo contigo políticamente”. Las almas no preguntan por partidos; preguntan por esperanza. Nuestra tarea es llevar el evangelio a todos, sin excepciones. Por eso no podemos dejar que el ambiente circunstancial del momento nos quite la mirada de nuestro llamado eterno.
Humanizando la Esperanza
La iglesia no es un edificio de piedra, sino un cuerpo vivo. Somos brazos extendidos, manos que ayudan, labios que oran. No permitamos que la política nos divida. En lugar de indignarnos, oremos por nuestros líderes. En lugar de rabia, mostremos amor. En lugar de ansiedad, confiemos en que Dios está en control. Seamos esa iglesia que Jesús tenia en mente cuando le dio la misión de llevar su mensaje de reconciliación entre Dios y los hombres. Recordemos que un cristiano más siempre será un pecador menos. Un cristiano mas será un malvado menos.
Conclusión
Amada familia, en medio de la tormenta, mantengamos nuestra mirada en Jesús. Él es nuestra paz, nuestro faro en la oscuridad. Sigamos siendo portadores de esperanza en esta nación. Las almas no preguntan por partidos; preguntan por esperanza. Que nuestra iglesia sea un refugio para los afligidos y un testimonio vivo de la gracia transformadora.
En amor y oración.
Pr. Josepher Contreras